Mourinho es un entrenador de recursos, deportivos y hasta extradeportivos. Se cubrió las espaldas de cara a un posible tropiezo en tierras normacedonias ante la UEFA, pues las porterías del Shkendija no cumplían con la altura legal.
Ha sido una de las anécdotas de la jornada en Europa. El Tottenham, que visitaba al Skhendija normacedonio con motivo de la tercera ronda previa de la Europa League, se encontró con algo que no esperaba.
Todo comenzó durante el calentamiento previo al duelo. En cuanto Hart y Lloris, los guardametas del Tottenham, saltaron a calentar, notaron algo raro. La portería parecía más pequeña de lo normal.
Llamaron a Mourinho, pero claro, el técnico luso no tiene tomadas las medidas al arco tan bien como sus guardametas. Sin embargo, hasta él notó que algo no iba bien.
Se hizo un par de fotos tratando de tocar el larguero, y eso evidenció que, en efecto, esa portería no medía lo que debe medir una portería reglamentaria. De hecho, Lloris, suplente de Hart en tierras balcánicas, tocaba sin necesidad de ponerse de puntillas el larguero, y eso que el francés no es especialmente alto (no llega al 1,90 de altura, por el 1,96 de Hart).
September 24, 2020
Rápidamente, el Tottenham denunció la situación ante la UEFA, como informa 'AS', exigiendo el cambio de porterías para disputar el partido. Pero claro, a minutos de iniciarse el duelo eso era imposible, y se jugó de todas maneras.
Mourinho, por otro lado, encantado. Así, si perdía, tenía excusa y podía impugnar el partido si la cosa salía mal. En la rueda de prensa posterior al duelo explicó lo sucedido. "Fue divertido porque mi portero me dijo que la portería era pequeña", relató.
"Fui a ver y sí que lo era. Los porteros pasan todo su tiempo en ellas, por eso lo sabemos. Sentí de inmediato que algo iba mal y conseguimos que entrara el delegado de la UEFA para comprobar que era cinco centímetros, que era demasiado pequeña. Pedimos entonces unas con las dimensiones adecuadas", añadió Mou.