El Tottenham cayó ante el Sheffield United por 3-1 en un partido en el que Kane pudo hacer un doblete si el árbitro no le hubiese anulado un gol en el 34' y que hubiera significado el empate.
"Nunca me quejo del hombre con el silbato. Michael Oliver no es árbitro porque el árbitro es el asistente. El árbitro está en la oficina", comenzó Mourinho.
Y el técnico luso continuó: "No puedo decir lo que pienso porque estaría en problemas con las instituciones y suspendido. Quiero protegerme a mi mismo y a mi club, así que no puedo ser sincero".
Mourinho acabó haciendo autocrítica y diciendo que su equipo "tiene que hacerlo mejor" y que tienen que tener más fuerza a nivel mental. "No estoy contento porque jugamos contra un equipo muy ofensivo", acabó.