Fruto del cabreo por calentar para no jugar, Diego Costa le había lanzado a José Mourinho el peto al regresar al banquillo, algo que no parece haber sentado muy bien al luso.
Lejos de tomarla con él, Mou tiró de ironía al referirse a la situación y dijo que el delantero había sido hasta la fecha un privilegiado. "Diego es un privilegiado porque ha sido el último jugador en quedarse en el banquillo. A todos los demás les ha pasado: al capitán Ivanovic, a Cahill, segundo capitán de Inglaterra; a Fàbregas y a Pedro, también a Óscar; todo el mundo ha estado alguna vez en el banquillo", explicó.
Hay que recordar que ambos mantuvieron una visible discusión en el enfrentamiento de Champions League ante el Maccabi, y, pese a que parecía haberse solucionado en el mismo partido, las rencillas entre ambos han ido mucho más allá.
Mourinho, que se mostró satisfecho con la imagen de sus jugadores -"si hubiéramos ganado nuestra actuación habría sido considerado tremenda", dijo-, analizó el hecho de que hiciera calentar a Diego Costa para finalmente no hacerle jugar.
"En la segunda parte, cuando pensé que podía utilizar a alguno de ellos, les mandé calentar para que estuvieran preparados", insistió el técnico, que aprovechó para comentar sobre el estado anímico del internacional español: "Mentalmente está bien. No hay problemas. Está trabajando bien todos los días y su ánimo es positivo. Es un hombre positivo siempre para el equipo".
El ex técnico del Real Madrid concluyó negando que el lanzamiento del peto hubiera sido un acto de indisciplina grave. "Si quisiera hacerme daño no lo haría con un peto. Tengo una buena relación con él. No hay problemas", aclaró.