El comienzo de semana fue movido para el Tottenham. El equipo hizo frente a las críticas de la afición por la rebaja salarial a los empleados y luego, para poner la guinda, a José Mourinho le pillaron entrenando con varios jugadores en un parque.
No era algo estrictamente prohibido, pero sí desafiaba la normativa puesta por el Gobierno para combatir el coronavirus, lo que le acarreó una reprimenda al luso por parte de su club.
Arrepentido, Mourinho pidió perdón por lo hecho y aseguró haber aprendido la lección: "Acepto que mi comportamiento no estuvo en la línea que marcan los protocolos del Gobierno y sé que solo debemos estar en contacto con los miembros de nuestro círculo familiar en casa".
Como personaje importante de la sociedad, el técnico envió un mensaje a los seguidores para que no repitan el erro que él ha cometido: "Es vital que todos cumplamos nuestra parte y sigamos los consejos del Gobierno para apoyar así a nuestros héroes en la Sanidad pública y salvar así vidas".