Su Champions League con el Oporto le abrió las puertas de un Chelsea que aspiraba a ser uno de los grandes de Inglaterra allá por 2004. Daba inicio la primera etapa de Mourinho como técnico 'blue'.
Constó de 182 encuentros, de los cuales en 122 se llevó la victoria. Mordió el polvo en 22 nada más, y empató 38 partidos. 332 goles a favor por sólo 128 en contra le valieron dos Premier League, dos EFL Cup, una FA Cup y un Community Shield.
Europa fue su cruz en esa etapa. No logró la ansiada Champions para los 'blues'. El Liverpool le apeó en semifinales el primer año, el Barça en octavos el segundo y de nuevo el Liverpool en semis en su tercer año. Los tres llegaron a la final, y sólo el Liverpool de 2007 se quedó sin levantar el título.
Cuando iba a comenzar su cuarta temporada, pegó la 'espantada' en septiembre y se marchó del Chelsea. No logró ganar la Premier, quedándose a seis puntos del United, y el ambiente estaba enrarecido. Mourinho es conocido por 'quemar' a la plantilla hasta el hastío, y el Chelsea lo comprobó de primera mano.
Comenzó perdiendo el Community Shield ante el United, y arrancó la Premier con paso lento. Sumó 11 puntos en seis jornadas, y la derrota ante el Aston Villa, seguida de un empate contra el Blackburn Rovers y otro contra el Rosenborg en Champions le llevaron a marcharse antes de tiempo.
Porque Mou se fue porque él quiso. El ambiente, las peleas con la directiva... No. Se fue por voluntad propia y por sorpresa.
Tras casi dooce meses en el dique seco, comenzó su aventura italiana, en el Inter (108 partidos). Ganó dos veces el Scudetto, una Coppa y una Supercoppa. También ganó la Champions en 2010, logrando el 'triplete' con el Inter.
De ahí se marchó al Madrid, donde dirigió 178 encuentros. Tres temporadas y la misma película que en Londres. El hastío del tercer año acabó con él, pero no sin antes ganar una Liga, una Copa del Rey y una Supercopa.
Y volvió el hijo pródigo al Chelsea, en 2013. 136 partidos después fue despedido. Se marchó con 80 victorias más, 27 empates y 29 derrotas, una Premier League y una EFL Cup. Europa se le resistió. Perdió la Supercopa de Europa ante un Bayern ya entrenado por Pep Guardiola, y cayó en las dos Champions que disputó.
El Atleti le echó en cuartos el primer año, el PSG le mandó a casa el segundo en octavos. No llegó a caer eliminado el tercero. Fue destituido tras perder contra el Leicester, a la poster campeón de la Premier, pese a haber dejado clasificado al Chelsea para los octavos en Champions.
El Chelsea iba decimosexto en la Premier, una clasificación horrorosa, impensable para un club con semejante presupuesto. El líder, el Leicester, le duplicaba en puntos (15 contra 35). Fue el fin de la 'Segunda Era Mourinho'.
El entrenador más laureado del Chelsea vuelve a casa, pero esta vez en la piel del rival, por primera vez en su carrera. Nunca se ha enfrentado al Chelsea dirigiendo a otro equipo, pero para todo hay una primera vez.