Dos jugadas de dibujos animados de Messi desequilibraron un derbi bastante desigualado en el Camp Nou, que nos dejó un Espanyol demasiado preocupado en defender y que no supo qué hacer una vez que el Barcelona se adelantó.
Los 'pericos' llegaron con la idea de repetir el mismo planteamiento del Calderón, con una defensa muy ordenada que les permitiera al menos aguantar el empate inicial, algo que quedó patente con el tiempo que tardó Diego López en poner en juego el primer saque de puerta.
Y este Barcelona, alejado del fútbol-control de otros tiempos, no necesita dominar y dominar para acabar con una defensa cerrada. Le bastó una acción a contragolpe de la 'msn' para avisar y otra conexión entre Iniesta y Luis Suárez para sentenciar.
El manchego encontró al charrúa con un pase que bien podría haber llevado el sello de Koeman y el control del delantero fue espectacular. Su definición: magistral. 1-0 y el Espanyol que no sabía si lanzarse al ataque o aguantar hasta el descanso, pues no esperaba verse abajo tan pronto.
Los de Quique optaron por lo segundo y sólo crearon peligro en la primera mitad en un remate de Javi López que rozó el larguero de Ter Stegen. No tuvo muchas más tampoco el Barcelona, que pareció esperar a la segunda mitad para desatar el temporal.
Un Messi espectral.
El segundo acto no mostró a un Espanyol más valiente y sí a un Barça con un dominio cada vez más abrumador. Luis Suárez perdonó en una acción en la que Diego López acabó lesionado y poco después el uruguayo haría el 2-0 tras empujar un rechace defectuoso de Roberto -sustituto de Diego- tras una jugada en la que Messi se fue hasta de 4 jugadores del Espanyol.
El tanto dejó 'grogui' a los 'pericos', que encajarían el 3-0 prácticamente en la siguiente jugada, en otra acción magistral de Messi, que dejó un balón muerto para que Jordi Alba la mandara a la red sin ninguna oposición.
Aunque David López recortó distancias, fue puro maquillaje, pues el Barcelona haría el cuarto en una nueva combinación entre Suárez y Messi en la que Roberto también pudo hacer algo más.
Iniesta puso la luz en el centro del campo y el Barcelona se reencontró con su mejor versión para dormir, aunque sea de manera ficticia, a 3 puntos del líder. Así será hasta enero.