"Estoy fastidiado porque fue un partido que teníamos controlado, con un buen tiempo. Ellos sin apenas nada lograron remontar y sobre todo de esa manera tan peculiar. Son situaciones complicadas para el árbitro y para nosotros", comenzó a explicar.
Respecto al árbitro fue bastante duro: "No se podía hablar con él. Después de llevarme el golpe en la cara me sacó amarilla y pitó penalti y ni me había dado cuenta, no se podía hablar con él. Me lincharon a palos. Tengo heridas por todos lados... y encima volvemos con derrota".
Por último, al hablar del penalti, expuso su visión de los hechos: "No sé si es penalti pero toco el balón, en el partido lo tenía claro, veo que él me va a dar y quizá por eso no suelto el balón, por instinto al ver que me va a dar en la cara, es algo intuitivo, me llevo el golpe y pita cuando me levanto penalti".