Muñiz vuelve al cielo de Primera con su Levante

"Muño", como le conocen en su Asturias natal donde nació hace 48 años, ha liderado un equipo que en algún tramo de la temporada ha rozado la excelencia y cuya distancia respecto al tercer clasificado ha llegado a ser de hasta veintidós puntos, lo que refleja un trabajo inmaculado desde la primera jornada de la Liga.

Al entrenador asturiano lo reclutó el director deportivo del Levante, Vicente Blanco 'Tito', el pasado verano. Ambos se conocían desde que habían compartido vestuario como jugadores en el Numancia en la temporada 2001-2002

Así, Muñiz llegó al Levante con el ascenso casi más como una obligación que como un objetivo a pesar de que sólo tenía un ascenso a Primera en su currículum, el correspondiente a la temporada 2007-08 con el Málaga.

Pero Tito ya le había seguido en el Alcorcón, con el que rozó la promoción de ascenso, y también tenía buenas referencias de su mano derecha, Carmelo del Pozo, con quien Muñiz coincidió a finales de los noventa en Madrid cuando el asturiano aún era futbolista y Carmelo dirigía la preparación física del Rayo Vallecano.

La apuesta por Muñiz le ha salido redonda a Tito. Han sido uña y carne durante todo el año y el director deportivo ha estado a pie de césped en cada entrenamiento tanto en la ciudad deportiva de Buñol como en el Ciutat de València y las reuniones a tres bandas junto a Del Pozo han dejado de ser noticia por su frecuencia.

Muñiz ha demostrado tener las ideas claras, con un sistema de juego definido y un once fijo, pero con capacidad para cambiar si un futbolista se había ganado el puesto, como cuando Raúl Fernández desplazó a Alex Remiro bajo los palos o Rober Pier se mantuvo en el eje de la zaga a pesar del regreso de Chema tras una lesión.

Futbolistas como Sergio Postigo, Pedro López, José Campaña, Natxo Insa, Jason, Morales o Roger Martí han sido clave en su sistema 1-4-3-3, el preferido por Muñiz con Roger como referencia arriba, aunque también ha jugado con un 1-4-4-2 para juntar al valenciano con Víctor Casadesús.

Precisamente la rapidez para amoldarse a las circunstancias del rival o del juego han sido determinantes en el buen hacer del equipo.

Al entrenador del Levante jamás le tembló el pulso por cambiar un jugador en la primera parte, al descanso o incluso cuando sustituyó a Javier Espinosa y Esteban Saveljich a pesar de que habían entrado desde del banquillo.

Su discurso fuera del campo ha sido firme, siempre del lado del club y sin titulares estridentes. Al valorar el mercado de fichajes o su futuro, su postura ha sido respetuosa y exquisita.

El entrenador del Levante ha batido todos los récords en este banquillo y su equipo ha sido el mejor de la historia del club en Segunda.

Aunque no son muy sonados, la carrera de Muñiz está plagada de éxitos. Apenas un año y medio después de empezar su trayectoria como técnico en el Marbella, en Segunda B, el Málaga confió en él para subir a Primera y lo consiguió en su segundo año al frente del equipo, en 2008.

Posteriormente dirigió al Racing de Santander en Primera División y en la Copa del UEFA durante la campaña 2008-09 y regresó a Málaga para entrenar, también en Primera, hasta que la llegada al club del jeque Nasser Al Tani provocó su salida.

Entonces se incorporó al cuerpo técnico de Juande Ramos, con quien estuvo en el Dnipro ucraniano entre 2010 y 2014.

Ahora, y tras haber cogido aun más experiencia el año pasado en Alcorcón, afrontará su tercera oportunidad en Primera División al haberse ganado con el ascenso la ampliación de contrato por una temporada más.