El partido estuvo a la altura de las expectativas que siempre genera un derbi de Milán. Y empezó a lo grande, con un gol en tres minutos. Salió el Milan al campo trémulo y el Inter lo aprovechó.
Perisic puso un balón al segundo palo, Lautaro dio el pase atrás de cabeza el no poder rematar a puerta, y en boca de gol Matías Vecino marcó el 0-1 para los 'nerazzurri'.
El tanto dejó atontado al Milan, y el Inter buscó con ansia el segundo, ante la fragilidad de la zaga 'rossonera'. No fue hasta el 20' cuando el Milan por fin reaccionó y puso en aprietos al Inter con un buen cabezazo de Paquetá ante D'Ambrosio.
Pero el dueño del primer tiempo fue claramente un Inter que no marcó por pura y dura falta de definición. Calabria y Vecino perdonaron al Milan, y muchos temieron que el Inter acabase lamentando esas ocasiones desperdiciadas.
El segundo periodo comenzó parecido, con el Milan concediendo muy pronto. Otra vez, por arriba. Cabezazo de De Vrij que no salió como él esperaba, pero la fortuna se alió con el Inter y acabó siendo un golazo al que no llegó Donnarumma.
Parecía que el gol sellaría el destino del Milan, pero ocurrió lo contrario. Le espoleó. Le animó. Y necesitó sólo seis minutos para recortar distancias. Fue, una vez más, en un balón aéreo, el talón de Aquiles de ambas defensas.
El 1-2 nació en una falta lejana que Çalhanoglu colgó magistralmente al primer palo para que Bakayoko, ante la oposición de Gagliardini, cabecease a puerta e hiciera el gol que hizo al Milan creer en la remontada.
Merodeó el empate en más de una ocasión el cuadro 'rossonero', y Gattuso quemó sus naves sacando toda la artillería, pero en el 66' un penalti de Samu Castillejo a Politano selló su destino.
Donnaruma nada pudo hacer ante el duro disparo de Lautaro, pero el espigado arquero italiano fue salvador en más de una ocasión. Y, una vez más, el Milan reaccionó bien tras el gol.
En el 71', Musacchio hizo el 2-3, aprovechando un balón suelto que dejó casi en línea de gol Handanovic, quien hizo lo que pudo para salvar el autogol de D'Ambrosio.
Qudaban casi veinte minutos, y el derbi estaba al rojo vivo. Los nervios estaban a flor de piel, y buena prueba de ello fueron las broncas de Kessié y Biglia en el banquillo del Milan, y de Borja Valero al suyo propio tras entrar sin recibir indicaciones de dónde colocarse.
El partido acabó siendo un asedio milanista salpicado por contras del Inter. Y pudo haberse terminado antes del 90', cuando Conti, quien había entrado en vez de Kessié en el 69', hizo un entradón a Lautaro que le costó la expulsión por roja directa.
Pero el VAR pidió al colegiado revisar la acción, y tras hacerlo, redujo el castigo al jugador del Milan a una simple amarilla. Quien vio la roja, ésta por protestar, fue Spalletti.
Piatek estuvo a punto de igualar, de espuela, antes del añadido y de este incidente, y posteriormente fueron Handanovic, con una buena parada,y D'Ambrosio, sacando bajo palos un disparo a quemarropa, los que evitaron el empate del Milan.
El final, un 2-3 que coloca al Inter en tercera plaza en detrimento de un Milan que ha visto hoy cortada su racha triunfal. Un 'Derby della Madonnina' espectacular, de los que crean afición.