El argentino pidió el cambio tras recibir una dura entrada de Sabin Merino en la recta final del partido que le produjo un fuerte golpe en la tibia y una herida cerca de la rodilla.
En un principio, el golpe asustó al jugador y a los servicios médicos, sobre todo tras la fractura de peroné que padeció Musacchio hace ocho meses.
Con el paso de las horas, el dolor empezó a desaparecer y el futbolista señaló a EFE que fue un golpe duro, pero tan solo un golpe.
Por ello y de no haber un contratiempo inesperado, las opciones de poder contar con Musacchio para el próximo partido aumentan pero no se sabrá seguro si juega hasta que no se analice la evolución del golpe tras los dos días de descanso.
La recuperación del defensa argentino supone una gran noticia para el técnico Marcelino García Toral, que afrontaba esta semana y este partido ante el Málaga con un único defensa central, Víctor Ruiz, al tener sancionado a Bonera, y lesionado a Eric Bailly.