Su 'calvario' comenzó en el Lepzig-'Gladbach de la cuarta jornada de la Bundesliga, el pasado 16 de septiembre. Levantó más de la cuenta el pie y le pegó una patada en la cara a Christph Kramer. Tarjeta roja directa y la caseta en el 82'.
Lo volvió a hacer, pero esta vez con Guinea. Se enfrentaba por un puesto en Rusia 2018 con Túnez, y a los 90 minutos de partido vio otra tarjeta roja directa. Inauguró el marcador y cerró el listado de eventos de aquel 7 de octubre.
Con el Leipzig jugó tres partidos más sin incidentes, pero en el cuarto, otra vez a las andadas. Se enfrentaban los de la bebida energética al Bayern en la DFB Pokal, y esta vez por doble amarilla Keita se quedó sin escuchar el pitido final.
Vio la primera antes del descanso, y la segunda a los diez minutos de volver de los vestuarios. Dos amarillas que dejaron al Leipzig con 10 ante un rival que no perdona, en una eliminatoria a partido único.
Tres rojas en apenas siete partidos. Tres expulsiones en los últimos siete partidos que el guineano ha disputado. Debería hacérselo mirar.