Los planes de Kiko Casilla no pasan por abandonar el Bernabéu ni abandonar un puesto al que tanto le costó llegar tras sus cesiones al Cádiz y al Cartagena antes de hacerse con la portería del Espanyol.
Y ni la llegada de Kepa o de otro portero le hará cambiar de idea, aunque Zidane le dijo a sus porteros que Kepa no llegará en enero. No se plantea otra cosa que no sea terminar su contrato, que acaba en 2020, ya que considera al Real Madrid el mejor club del mundo y su casa.
Ahora, Kiko Casilla afronta un mes clave en su territorio: la Copa del Rey. En su primer curso tan sólo pudo jugar el partido del Carranza tras la alineación indebida de Cheryshev y se quedó sin competición. Para compensar, Zidane le dio algunos partidos de Liga.
En su segunda temporada como 'merengue', el guardameta jugó los seis encuentros hasta que el Celta eliminó a los blancos en cuartos.
Este curso, Kiko Casilla ha jugado ya 11 partidos, en comparación a los 19 que jugó el pasado año. Ha disputado siete en Liga, dos de Champions (con Keylor Navas lesionado) y dos de Copa, ya que en la vuelta ante el Fuenlabrada Zidane puso al de Costa Rica.
Ahora, el tarraconense volverá a ponerse bajo palos en su competición, ante el Numancia, con el objetivo de no encajar goles y seguir ganando fuerza en la portería del Madrid, que tantos rumores ha protagonizado desde 2013.
Ni la amenaza que se cierne sobre su puesto de segundo portero blanco ni sus pretendientes, que quieren una cesión, distraen a Casilla.