Wenger tiene un problema, ergo el Arsenal tiene un problema. Dos partidos de la nueva temporada, una derrota y un empate. Y el equipo sin poder apenas reforzarse como el gustaría al técnico francés.
FIrmó a Xhaka, uno de los centrocampistas que más destacó el pasado curso en la Bundesliga, pero el baile de rechazos empezó a ganar protagonismo hasta el punto actual de la situación. ¿El último? Mustafi. El central del Valencia ha preferido quedarse sin Champions y seguir en un Valencia que vive en constantes seismos deportivos e institucionales.
Lacazette fue otro de los noes más sonados del verano. Incluso Aléxis Sánchez reclamó salir ante la oferta que tuvo de la Juventus. Se cuentan por decenas los refuerzos que han descartado jugar a las órdenes de Wenger.
Todo eso no ha hecho más que engrandecer la bola del enfado de una afición cada vez más contraria hacia un entrenador que le ha dado todo al Arsenal. Pero desde las gradas del Emirates creen que su etapa ya terminó y este curso no serán tan benevolentes con las derrotas como el pasado, en el que dejaron escapar una de las ligas más asequibles de los últimos años.
Wenger ha perdido su 'flow' y el Arsenal tiene un grave problema para fichar a escasos días del cierre de mercado. El equipo necesita refuerzos, pero el técnico francés no logra convencer a nadie...