Una acción aislada sirvió para desnivelar el primer partido de cuartos de final de la Copa del Rey entre la Real Sociedad y el Barcelona. Con ella, los azulgranas acabaron con su mala racha en Anoeta y consiguieron imponerse a la Real como visitantes por primera vez en 9 años.
Porque el choque, del que se esperaba mucho, fue frío como la noche. El Barcelona, con la lección aprendida de la Liga, salió a enfriar aún más el encuentro y la Real nunca encontró la efervescencia con la que pudo poner en serios aprietos al Barça en la competición liguera.
Los azulgranas no exhibieron un juego brillante en la primera mitad, pero sí que controlaron el choque en un campo que también dejó de ser maldito para Luis Enrique. El Barça se creció al no verse exigido y fue imponiendo su fútbol en el centro del campo.
Antes, tuvo que vivir el susto de un mal pase de Cillessen que Oyarzabal casi colocó en la escuadra. Más allá de esa acción, los azulgranas no tuvieron grandes problemas para controlar el partido en la primera parte. Otro cantar fue la segunda.
Ausente Vela, mermado físicamente, y con un Wilian José desatinado, Umtiti y Piqué prácticamente no sufrieron y el Barcelona dejó ver una mejoría física que puede ser clave en los próximos encuentros.
Los azulgranas dominaron el centro del campo con Iniesta, Rakitic y Busquets y una buena acción de ataque la convirtió en penalti Neymar. El brasileño recortó a Elustondo, que se tragó el recorte, y Messi le premió con el penalti. Neymar no falló y puso el 0-1 que a la postre sería definitivo.
Descontrol e igualdad.
La retirada en el descanso de Andrés Iniesta por unas molestias cambió la segunda mitad del choque. Entró André Gomes y el Barcelona pareció ganar más profundidad, pero perdió control en el centro del campo. Y también perdió a Messi, envuelto en mil polémicas y protestas con el colegiado y con la Real Sociedad y más preocupado de no ver la segunda amarilla que de jugar.
Sin embargo, el frío impedía grandes alardes y la mejor ocasión llegó en una mala cesión de Raúl Navas a Rulli que casi se convierte en el 0-2. Hubiera sido demasiado, pues lo justo en la segunda mitad incluso fue un tanto de la Real Sociedad, que lo merodeó más por insistencia que por ocasiones.
Y es que los de Eusebio culminaron el choque sin tirar a portería. Pudieron empatar, en cambio, si el colegiado no hubiera pitado fuera de juego en una acción en la que la defensa al completo del Barcelona salió y Zurutuza entró en posición legal desde atrás.
Pero los realistas también estuvieron demasiado pendientes del árbitro y no fueron ni la sombra del equipo que avasalló al Barcelona en Liga. La eliminatoria se decidirá en el Camp Nou, pero el 'Rey de Copas' ya ha comprado algún boleto para las semifinales en Anoeta.