Para la 'canarinha' es una obligación, para los hondureños un sueño. Brasil y Honduras se verán las caras en la primera semifinal de los Juegos Olímpicos con el único objetivo de estar entre los dos finalistas.
Será Neymar quien cargue con mayor responsabilidad en un partido en el que no vale la derrota. No ganar el oro significaría un fracaso absoluto y caer ante Honduras en casa sería casi tan doloroso como el Maracanazo de Alemania hace dos años.
Los de Rogerio Micale tendrán enfrente a la revelación del campeonato que ya eliminó a Argentina en la fase de grupos. Un rival a priori fácil pero que ha demostrado ser un equipo duro de pelar. Neymar y los suyos tendrán que dar el máximo para estar en la final.
Nigeria y Alemania se verán las caras en la otra final.