En el pasado mercado de verano se concretó el fichaje más caro de la historia del fútbol. El Paris Saint-Germain desembolsó 222 millones de euros para arrancar a Neymar del FC Barcelona y convertirlo en un ídolo de masas en el Parque de los Príncipes.
De esta operación, el Santos sacó una tajada de 10 millones de euros que podría ser invertida en mejorar algunos puestos de la actual plantilla. El club brasileñó se llevó semejante recompensa por los derechos de formación y eso le ha abierto la puerta a uno de los ídolos de Neymar.
Robingo sigue maravillando con su fútbol en Brasil y el Atlético Mineiro podría recibir una oferta del Santos porque todos los focos apuntan a que el ex club de Neymar habría pensado en Robinho como fichaje estelar.
El presidente del Santos, Modesto Roma, dejó en el aire la operación y, según recoge el diario 'AS', el fichaje de un jugador ofensivo estará condicionado por la renovación de Ricardo Oliveira.