Después de las expectativas que había generado el equipo en pretemporada -con sólo una derrota- el Feyenoord no comenzó de la mejor forma en su debut en el campeonato liguero.
Aunque el debut era peligroso, el conjunto de Van Bronckhorst no logró sobreponerse al tanto inicial del De Graafschap a los 31 minutos. A partir de ahí, sólo desesperación en un equipo que acabó abatido en la segunda mitad.
Las expulsiones de Botteghin y Boëtius fulminaron a una plantilla que acabó recibiendo el segundo y definitivo tanto en el 90. Un duro golpe para un club que soñaba con volver a luchar por los títulos.
Ni siquiera Van Persie, que ilusionó el curso anterior, convenció en su estreno en una nueva temporada. Mucho tendrán que trabajar para volver a enderezar el rumbo. Su siguiente examen, el 19 de agosto ante el Excelsior.