Siempre sucede. A la llegada a Europa de un jugador desconocido, bien por juventud o por militar en un país lejano, suelen aflorar comparaciones con otros grandes futbolistas. Arthur ya lo experimentó y en su presentación con el Barcelona habló de ello: "Que me comparen con Xavi e Iniesta es fantástico".
Pero esas equiparaciones nunca suelen sobrevivir más allá de la expectación inicial de cada fichaje. Está claro que en el Barcelona nunca más habrá otro Xavi ni otro Iniesta -cada jugador es único-, pero el brasileño que debutó frente al Tottenham se llama Arthur y tiene mucho que decir.
Con sólo 21 años, el centrocampista que aterrizó procedente de Gremio hace unas semanas, lleva causando expectación desde hace meses. El Barcelona no paró de insistir hasta conseguir su llegada y a día de hoy ya disfruta de los servicios de un brasileño que promete dar guerra.
Ante el Tottenham, Arthur partió desde el once inicial y jugó los primeros 45 minutos. Con él en el campo, el Barcelona fue infinitamente mejor que un Tottenham que llegaba al choque tras ganar 4-1 a la Roma. Lejos de amedrentarse en su debut o esconderse para pasar desapercibido, decidió tomar los mandos.
Avisó en el minuto 2 con un gran pase filtrado buscando la profundidad de Sergi Roberto y tras ello, todos los ojos se abalanzaron sobre él. Ahí comenzó un recital de pases, asociaciones y, sobre todo -y bastante importante-, ofrecimientos. Cada vez que la pelota rondaba su posición, se ofrecía voluntario para subirla a campo rival.
Fue el mejor sin ninguna duda del primer tiempo del Barcelona y, por ende, del partido. Su gran precisión a la hora de distribuir balones acabó coronada con un golazo desde la frontal que se coló por la escuadra derecha de la meta de los 'spurs'. No tiene la magia de Iniesta ni el cerebro de Xavi, pero Arthur es Arthur... y el barcelonismo tiene permiso para ilusionarse.