Nino es el alma de este Elche. Y como tal, se reveló ante un futuro que se iba ennegreciendo con el paso de los minutos en un Martínez Valero a reventar y con el sueño de volver a Segunda en el horizonte.
El filial del Sporting persigue un histórico doble ascenso y supo golpear primero tras aprovechar el exceso de ganas del cuadro ilicitano, al que le costó hacerse con las riendas del encuentro.
Cristian, al borde del descanso, puso patas arriba la eliminatoria con el 0-1. El Elche se marchó de vestuarios tocado y salió con el convencimiento de que sería capaz de remontar el partido.
Apareció Nino y con él se espantaron todos los fantasmas. El cuadro local apretó, conquistó el empate y siguió apretando. El premio a la constancia llegó en el añadido con el doblete de Nino.
El estallido de júbilo fue merecido. Todo Elche era uno con su histórico delantero, que a sus 37 años se había guardado una tarde de gloria más para uno de los equipos de su vida.
Eso sí, el 2-1 es una ventaja muy ligera para ir a Mareo, donde el Sporting irá con todo para colarse en la final por el ascenso.