"¿El motivo por el que no lo celebré? No voy a mentir. Era un momento en el que no estaba cómodo. Estaba un poco rayado conmigo mismo", destacó Cote.
El futbolista explica cómo fue el momento en el que chutó el balón. "No estaba cómodo y golpeé casi sin fe", dijo sincero.
"Soy un tío un poco raro y en el campo no sé celebrar los goles. Me salió no celebrarlo porque estaba un poco rayado con el partido, por cómo estaba yo", hizo hincapié.
El gol de Cote fue el único del encuentro. Gracias a él, el Eibar sella la salvación. El Betis, por su parte, continúa en drepresión.