"No creo que haya ningún problema con él, estuvo enfermo, no pudo estar en el entrenamiento y el míster eligió a otro jugador. Son cosas que pasan en todos los clubes", aseveró en una entrevista para 'Goal', en la que no dudó en defender al joven delantero.
En este sentido, Lenglet quiso enfatizar en su discurso y subrayó: "Bueno, si Dembélé estaba serio en la grada creo que es comprensible. Estábamos perdiendo y si se ponía a reír la gente no lo iba a entender, tampoco".
Más allá del 'caso Dembélé', el central destacó la convivencia con Leo Messi: "Cuando el mejor jugador del mundo habla hay que escuchar muy atentamente. Y no solo eso. También hay que abrir muy bien los ojos y fijarse en lo que hace", manifestó".
"Como rival intentas pararle, pero siempre sabíamos que era muy difícil. Como compañero es distinto porque te puede cambiar el partido, pero sigue siendo una persona muy humilde, tiene un gran respeto por todo el mundo y eso hace todavía más grande su leyenda", afirmó.
Asimismo, Lenglet no quiere dormirse en los laureles y se autoexige más: "Hay que progresar en todos los aspectos para ser mejor. En un club así hay que trabajar pensando en la perfección y yo estoy lejos de eso. Quiero progresar y aumentar mi capacidad, aunque a veces las cosas salen bien y otras veces no tanto".
"Quedan por ver muchas cosas. No estoy a tope porque tengo 23 años y hay mucho que aprender. Pero a medida que el tiempo pasa, me voy sintiendo más cómodo. Poco a poco, voy a ir soltándome para enseñar más cosas", añadió.
No obstante, Lenglet admitió la singularidad del Barcelona: "Es un estilo muy distinto al del resto de clubes. Hay que pensar antes de recibir, posicionarse siempre bien para ir de un lado a otro y pensar siempre sobre el campo. Para los defensas es complicado".
Sobre su ausencia con la Selección Francesa, puntualizó: "Tengo mucho que aprender todavía. Si no estoy en la lista es porque me faltan cosas pero estoy trabajando en Barcelona con los mejores del mundo y esto me hace crecer. No soy impaciente".