Gareth Bale, el Real Madrid y el Tottenham llegaron a un acuerdo para la cesión por un año del extremo. Sin más, el club inglés no cuenta con una opción de compra ni le podrá exigir nada al conjunto blanco ni al propio jugador cuando acabe el contrato de préstamo.
A falta de tres meses, Bale ya ha dicho abiertamente que su intención es de la regresar a la disciplina 'merengue', pero no parece que vaya a ser para quedarse hasta el final de su relación contractual.
"El plan original era solo hacer una temporada en los 'spurs', y luego, después de la Eurocopa, todavía me quedaba un año en el Real Madrid. Mi plan es volver y eso es lo que tengo en mente, para ser honesto", dijo en rueda de prensa hace unos días.
El diario 'Marca' ha indicado que en el Real Madrid creen que su etapa como jugador del club ha terminado y que con su cesión al Tottenham se puso el punto y final tras una negociación larga y complicada.
El Madrid no tiene la idea de hacerle un hueco al extremo porque necesita liberar masa salarial e ingresar dinero para realizar nuevas incorporaciones. De este modo, el Madrid esperará a una oferta del Tottenham para quedarse con él o si no le buscará acomodo, puesto que saben que si sigue a este nivel, su precio podría aumentar.
Además, en el hipotético caso de que siguiera de blanco, Bale se acabaría marchando en 2022 totalmente gratis, algo que tampoco contemplan ni pueden permitirse en las oficinas blancas.
Su agente, Jonathan Barnett, ya intentó calmar las aguas con unas palabras a la 'ESPN'. "No hay nada decidido. Él solo está concentrado en el ahora", comentó.