El delantero volvió a los terrenos de juego tras una larga y tortuosa lesión en la que llegó a sufrir una recaída... y lo hizo con dos goles que pueden ser decisivos de cara al gran objetivo del club: la permanencia en Primera División.
Por ello, Aspas no pudo aguantar las lágrimas al sentarse en el banquillo tras el choque ante el Villarreal. "Necesitaba volver a sentirme futbolista y partícipe en mi equipo. Creo que no me salieron tantas lágrimas ni en el nacimeinto de mis hijos, pero bueno, me salieron en ese momento", reveló en una entrevista para 'Movistar+'.
Iago también habló sobre su amor por el club: "Yo he mamado muchísimos años en este campo y estoy seguro que si no hubiera tenido la oportunidad de jugar en el Celta, estaría aquí animando en el estadio como un hincha más, al igual que me animan a mí y a los demás compañeros".
"El punto de inflexión de todo esto fue la recaída. Volví a jugar 20 minutos contra el Getafe, entrené esos días y empecé con molestias. Tenía que estar parado, las sensaciones no eran buenas, los resultados tampoco... y era muy difícil verlo todo desde casa", recordó sobre su recaída.
Por último, prometió que lo dará todo para que el Celta pueda continuar en Primera División: "No voy a bajar los brazos hasta el último partido o hasta que no tengamos otra opción".