El 3-3 de la ida en Francia parecía ser un buen resultado para el equipo andaluz, que afrontaba la vuelta en casa. Un varapalo que reconoció el propio Setién tras el partido, haciendo referencia a lo que había sufrido su equipo en defensa.
"Es lógico que la gente me señale, asumo y acepto lo que me toca como entrenador, sé que no se me valora cuando se gana y se me culpa cuando se pierde. Lo entiendo", afirmó el entrenador cántabro durante su rueda de prensa.
"La realidad es que teníamos muchas expectativas con este partido. Sabíamos que iba a ser difícil porque este equipo tiene recursos y calidad, como hemos visto. Es poderoso a balón parado también. Teníamos ganas de pasar la eliminatoria", añadió.
Habló de pensar ya en el siguiente partido, no sin señalar el jarro de agua fría que ha sido la eliminación: "Es una decepción para todos. La gente se va triste, pero no sabes qué decirle. Hay que sobreponerse a esto", concluyó.