Finalmente, el Gimnasia de Mendoza-Sarmiento con el que iba a detenerse el fútbol en Argentina no se disputó. Pero todo no fue tan sencillo, los dos equipos se enteraron del aplazamiento a las pocas horas del comienzo.
Diego Pozo, entrenador del conjunto de Mendoza, explicó la odisea de ambos equipos hasta enterarse de que no tenían que jugar.
"Hasta mediodía se jugaba, la AFA había dado el visto bueno y Agremiados también. Y a las dos y media, cuando bajábamos a la ciudad, porque estábamos concentrados a 50 kilómetros del campo, por un decreto de la ciudad de Mendoza se suspendió el partido", comenzó en 'TyC Sports'.
Pozo reconoció que para el plantel era una injusticia jugar, así que no acogió mal del todo la decisión, pero no entendió las formas: "Uno veía ilógico jugar porque tenemos familia y estamos en contacto con la gente porque nos concentramos en hoteles".
"Hay intereses en medio y cosas que no se saben. Al final, nosotros somos los monitos del circo y ellos mandan", lamentó para concluir con resignación.