Hace no mucho tiempo, en La Costa del Sol brillaban las estrellas europeas. La Rosaleda era un feudo en el que en varias ocasiones se reunían los mejores futbolistas del planeta para dejar su sello de calidad sobre el césped malagueño. Una época dorada que parece muy lejana, pero de la que solamente han pasado nueve años.
Por estas fechas, a cualquier hincha del Málaga se le puede escapar alguna lágrima si mira en sus memorias. El 18 de septiembre de 2012, los seguidores 'boquerones' se congregaron en su casa para ver una hazaña histórica. Sin precedentes. Su equipo jugaba por primera vez la Champions League.
Tras pasar la fase previa, el cuadro entrenado por aquel entonces por Manuel Pellegrini quedó encuadrado en un bombo junto a Zenit, Anderlecht y Milan. En la primera jornada le tocó recibir al cuadro ruso. Una puesta de largo que los hinchas más mayores nunca pensaron que llegarían a ver.
Y no solo disfrutaron de su equipo en la mejor competición continental a nivel de clubes, también asistieron a un debut soñado por cualquier futbolista. El Málaga goleó al Zenit por un contundente 3-0 que sorprendió a toda Europa. Los Joaquín, Demichelis, Eliseu y compañía dieron un recital sobre el tapete de La Rosaleda.
Isco, autor de un doblete, y Javier Saviola se encargaron de poner los goles. Solo 13' después de comenzar el duelo, los locales ya mandaban 2-0. Cerraron el resultado en el 76', cuando el centrocampista anotó el tercero de su equipo. Un equipo que entró por la puerta grande a la Champions League. Una noche para nunca olvidar.