Osasuna va a bajar. Sólo un milagro puede permitirle seguir en Primera División. El caso es que el conjunto rojillo se empeña en echarse tierra encima. Así es complicado sacar la cabeza del hoyo.
El 1-0 a favor del Betis resume perfectamente la campaña de Osasuna: falta de aplicación, carencia de conocimiento, despiste, error y castigo. Vujadinovic se quedó clavado, Rafa Navarro le ganó la espalda y Sirigu no tapó su buen golpeo con el exterior.
Con errores así, pensar en Primera División es pura quimera. El conjunto navarro debe ir pensando en una vuelta a la máxima categoría. Osasuna le puso una alfombra al Betis y los de Víctor lo aprovecharon.
Plácida tarde en el Villamarín. Sin juego demasiado brillante, pero al Betis le bastó con ser sólido y echarle paciencia hasta que aparecieran las grietas. Por la derecha de Rafa Navarro tuvo el Betis un latifundio desde donde atacar.
Osasuna le puso algo de arrojo tras el primer tanto, pero ni Kodro, ni Sergio León, ni Romero tuvieron tino. Osasuna apenas se limitó a intentarlo desde lejos, aunque pudo soñar si llega a entrar un disparo que reventó en el larguero.
Rubén sentenció
El conjunto de Heliópolis empaquetó los tres puntos gracias a un Rubén Castro que regateó a Sirigu tras quedarse solo. 2-0 y poca cosa más. La segunda parte fue plácida. Casi un pacto de no agresión entre ambos equipos.
El Betis, con 31 puntos, ya está a 12 de los puestos de descenso (el Granada, con un partido menos, marca la frontera). Osasuna se hunde un poco más en el oscuro agujero que va a Segunda. Oasis para el Betis, abismo para Osasuna.