Y es que no hay debate en caso de que el esloveno esté recuperado al cien por cien, pues el gran rendimiento que estaba dando antes de su lesión estaba siendo sencillamente sobresaliente.
"Antes del encuentro decidiremos quién va a jugar y quién no", expresó el técnico argentino en rueda de prensa, pero sus palabras se entendieron más como una mera diplomacia para no faltar el respeto de un Moyá que ha respondido con creces a las exigencias de los últimos partidos.
Así pues, todo parece apuntar a que el cancerbero volverá a colocarse sus guantes para tratar de blindar la portería rojiblanca en Champions y contribuir a que su equipo continúe avanzando en esa competición que se le ha resistido en los últimos años.