Ochoa regresa a la ciudad en la que no pudo triunfar como portero durante dos años, siempre a la sombra de Kameni, y tratará de demostrar que se encuentra en un buen momento.
El guardameta regresa con nostalgia, puesto que allí nació un hijo suyo. A Málaga llegó con la vitola de un gran cancerbero a nivel internacional, después del Mundial de 2014 en Brasil, pero no pudo confimar todas esas exigencias.
La temporada pasada, Ochoa tan sólo pudo disputar once partidos, diez como titular; mientras que en el Granada ya acumula quince partidos en Primera División.
El mexicano regresa a la ciudad a la que llegó en 2014, pero de la que se tuvo que marchar al no disfrutar de minutos. Este viernes, el guardameta podrá jugar al no tener la cláusula del miedo.