El partido se encaminaba al descanso sin goles cuando Suecia perdió un balón en el centro del campo y propició la contra noruega.
Cabalgaron los atacantes noruegos y King pisó el área rival. Levantó la cabeza y vio que entraban Odegaard y Johansen. Y para ellos puso el balón.
Por la fuerza que tenía, más bien parecía para el segundo, pero Odegaard estaba en medio. Sin posibilidad de desaparecer por arte de magia, el futbolista del Real Madrid, cedido en la Real Sociedad, tiró de repertorio.
No podía controlar, porque estaba cubierto por un rival. No podía chutar, porque no estaba en una buena posición. Así que hizo la otra opción que tenía, prolongar el pase para Johansen.
Y lo hizo. De primeras, según le venía. Pase medido para su compañero y gol de este, para irse al descanso con ventaja momentánea. Suecia empataría en el segundo tiempo, por medio de Forsberg.