Corría el minuto 30 entre dos equipos de la Liga Egipcia, cuando uno de los futbolistas del Pyramids optó por buscar la espalda de la defensa con un pase filtrado.
En una clara posición de riesgo, el guardameta del Enppi Mahmoud Gad decidió salir y desbaratar la jugada con la mala suerte que su despeje cayó directamente en las botas de un rival.
Este, con una volea que no llegó a pensarse ni un segundo, estuvo muy cerca de lograr un golazo que seguramente hubiese optado al Premio Puskas, con un golpeo más allá de la medular y directo a portería.
Entonces apareció de nuevo en escena el portero, que salvó el tanto 'in extremis' con una intervención milagrosa desviando la pelota a saque de esquina. A pesar de ese paradón, su equipo acabó perdiendo 4-0.
September 22, 2019