El Djurgardens sueco se deshace del delantero que no contaba con apenas minutos. Olunga pone rumbo al nuevo fútbol que está emergiendo con fuerza y que está descolocando el panaroma internacional. Lo hace de la mano del Ghizou, club que se ha hecho con sus servicios.
El jugador es joven, tan solo tiene 22 años, y probará suerte en un continente distinto en el que se tiene una idea diferente de este deporte.
Cabe la posibilidad de que algún día vuelva más reforzado tras miliar en el Guizhou, uno de los clubes llamados a ser de los más importantes en el continente asiático.