La derrota del Leganés a manos del Levante dejó una dura imagen por el choque de Aitor Ruibal y Kenneth Omeruo. Los dos futbolistas del Leganés se golpearon en un salto por un balón.
Durante la segunda parte, el central nigeriano fue contundente a cabecear el esférico y se llevó por delante al catalán, que quedó grogui. Ambos jugadores tuvieron que ser atendidos durante casi cinco minutos.
La acción dejó una bonita imagen de deportividad, ya que los fisioterapeutas del Levante y su cuerpo médico saltaron al césped para atender a los jugadores del Leganés, que salieron mal parados, cada uno en distintos grados.
Omeruo solo necesitó tres grapas para cortar la hemorragia en la frente, mientras que Ruibal tuvo que recibir once puntos de sutura en el párpado de su ojo derecho fruto del fuerte golpe con su compañero.