No hay madridista que pueda olvidar el fallo de Gonzalo Higuaín ante el Olympique de Lyon, en aquel marzo de 2010 que hizo saltar por los aires el primer proyecto de Florentino tras su retorno. El argentino tiraba al palo lo que el Bernabéu gritaba como gol, el Madrid se quedó fuera de la Champions en octavos e Higuaín sumó una pesada carga a su mochila.
Benzema acabó arrebatándole un puesto en el once, aunque los números del argentino tras su marcha silencian a los que idolatran al francés. Sin embargo, la Champions siempre marcó una gran diferencia entre ambos. Mientras Benzema es a día de hoy el quinto máximo goleador histórico de la competición, Higuaín selló su etapa en el Madrid con sólo ocho tantos en 48 choques jugados.
Zurich, Ajax, Milan, Dinamo de Zagreb, CSKA y Galatasaray fueron las únicas víctimas continentales de Higuaín, al que siempre se le echó en cara su inacción en los partidos de la verdad. Algo que ha cambiado, no sin su perenne malfario, con el paso de los años.
Líder ante el Tottenham
En el Nápoles siguió enchufando goles, terminó 'a tiros' con el presidente y se marchó a una Juve que lo apostó todo por su actual delantero. No falló el campeón italiano, que tiene en el 'Pipita' a su máximo exponente ofensivo. Que se lo digan si no al Tottenham, que mordió el polvo por culpa del acierto del delantero.
En la ida, Higuaín convirtió los dos goles de su equipo, que pudieron ser tres si no hubiera mandado al limbo un penalti. En la vuelta, en el momento en el que la Juventus más sufría, el ex del Madrid cazó un balón en área pequeña y le sirvió una asistencia deliciosa a Dybala. Dos chispazos y a cuartos.
Una revancha pendiente
Así llegará a esta eliminatoria, motivadísimo por encontrarse ante su ex equipo y con varias cuentas pendientes. Más allá de lo narrado, Higuaín, como toda la Juventus, piensa en resarcirse de las últimas dos finales de Champions ante los blancos, que terminaron como triunfadores.
La Juve, eso sí, tiene la historia de cara si sólo nos referimos a eliminatorias a doble partido. El Bernabéu aguarda ya un partido de vuelta en el que Higuaín puede nuevamente hacer saltar por los aires un proyecto de Florentino. En 2010 fue por un fallo, espera el argentino que esta vez sea por sus goles.