Osasuna asalta La Romareda para seguir líder

El equipo navarro consiguió igualar en la segunda parte, en una jugada de estrategia, el tanto logrado por los zaragocistas de penalti al filo del descanso

De inicio Osasuna era quien controlaba el balón ante un equipo local que no era capaz de robarlo por lo que se veía obligado a correr detrás de él.

Aprovechando su dominio, el equipo navarro tuvo la primera ocasión del partido en el minuto 6 en un remate de David Rodríguez que llegó tras un pase largo y que dio en la parte superior del larguero.

El Real Zaragoza no apareció hasta que se cumplió el primer cuarto de hora y lo hizo con fuerza, con dos ocasiones en apenas dos minutos, de Alain y el georgiano Papunasvhili a las que respondió el meta Sergio Herrera con dos grandes intervenciones y que moderaron el ímpetu visitante.

Al conjunto maño le costaba generar juego ante la presión de su rival mientras que Osasuna se manejaba mejor porque el equipo local esperaba en medio campo a su oponente.

Esto le permitía sacar el balón desde atrás sin agobios salvo en contadas ocasiones mientras que, por contra, el Real Zaragoza jugaba a impulsos, sobre todo cuando conseguía imprimir velocidad al juego, especialmente con Febas y Papunashvili por las bandas aunque, como en el caso de su rival, tampoco era capaz de crear un gran peligro.

Cuando el primer acto se encaminaba a su final, en el minuto 43, llegó el penalti cometido por Fran Mérida sobre Buff que, lanzado por Borja Iglesias, puso en franquicia el marcador para los hombres de "Natxo" González.

Tras el descanso la tónica del encuentro no cambió, con los de Pamplona amasando el balón intentando buscar un hueco por donde filtrar el balón al área y el equipo zaragocista procurando recuperar el esférico pero sin conseguirlo, aunque defendiéndose sin agobios hasta que en el minuto 72 un córner producto de una ocasión previa de Torres, que Cristian Álvarez abortó, fue cabeceado por Oier en el primer palo a las mallas de la meta aragonesa.

Tras el tanto del empate el Real Zaragoza se estiró y el juego se equilibró pero ninguno de los dos equipos logró llegar con claridad a la meta rival como para desequilibrar la balanza.