Osasuna sigue sin ganar en casa este año y, visto lo visto, mucho tendrán que cambiar las cosas para que El Sadar vuelva a celebrar una victoria. El cuadro pamplonés se vio ramplón y apático durante el inicio del choque, dedicándose a verlas venir por parte de un Málaga con ganas, pero sin puntería.
El guión del partido parecía escrito por un humorista sin ganas de trabajar. El Málaga reinó durante los primeros 45 minutos pero el desacierto de cara a puerta hizo que el marcador no se moviera en la primera mitad, pese a disfrutar de un penalti a favor, que más que errado por Santos, fue bien intervenido por Mario, el meta rojillo.
'Chory' Castro fue quien más tiró de coraje, pero sus subidas por la banda no eran correspondidas por sus compañeros. Luis Hernández, bien en defensa y en las ocasiones en las que se sumó al ataque en los balones parados, sostuvo a los 'boquerones' atrás, aunque tras el paso a descanso la tónica del choque dio un giro algo inesperado.
A Osasuna le sonó el despertador.
Todo lo que se le pudo reprochar a los locales en la primera mitad, se corrigió tras pasar por vestuarios. A partir del 46' fue el cuadro andaluz el que empezó a sentirse arrinconado, aunque no dejaron de hacer el peligro gracias a los desajustes defensivos de Osasuna a la hora de repeler los contragolpes.
El rendimiento de un Málaga rezagado cambió por completo con la entrada de Keko, que revolucionó el ataque 'boquerón' desde la banda izquierda. No obstante, la falta de acierto de un recién ingresado Charles, le llevó a desaprovechar un centro de lujo procedente del revulsivo malaguista.
Movimiento... hacia el lugar de origen.
Y, en un partido roto, Osasuna golpeó primero. Lo hizo al aprovechar Causic una asistencia de lujo de Kodro dentro del área. El delantero, aprovechando un centro medido de De Las Cuevas, puso un balón en el corazón del área para que el centrocampista definiera por bajo, al palo corto.
No le dio tiempo a los locales a celebrar el gol, cuando el Málaga estaba festejando el empate. El gol llegó de un cabezazo de Camacho a un centro de Luis Hernández... desde un saque de banda, lo que no habla muy a favor del rendimiento de la defensa rojilla.
Ambos equipos tuvieron la victoria en sus manos en el último minuto de juego. El Málaga pidió un penalti por un forcejeo de Charles en el área rojilla, pero el delantero le dio al balón con la mano y Clerc cerró el 'Juego del Hambre' errando en un disparo desde dentro del área ante Kameni. El resultado acabó haciendo justicia, pero sin realizar ningún favor a nadie.