Óscar García buscará mañana su primera victoria con el Red Bull de Salzburgo

García vuelve a los banquillos en un partido a domicilio contra el Admira Wacker, quinto de la tabla.

"Los toros" no pueden permitirse ningún tropiezo porque sus grandes rivales están muy cerca: el Austria de Viena es segundo a dos puntos, mientras que el Rapid de Viena, rival del Valencia en la Liga Europa, se encuentra a tres.

"Mi objetivo es sacar el máximo rendimiento de los jugadores que tengo y después veremos dónde llegamos", explica a Efe con cautela al ser preguntado si el equipo revalidará el doblete del año pasado.

"No me gusta comparar una temporada con otra porque no están los mismos jugadores, porque se ha optado por jugadores muy jóvenes. Hay muchos jugadores que salieron y que se fueron a otros equipos. No es fácil comparar", afirma.

El equipo de Salzburgo, propiedad de la conocida marca de bebidas energéticas Red Bull, ha apostado este año por futbolistas con más proyección que experiencia y varias piezas fundamentales han abandonado el plantel desde el final de la temporada pasada.

El último en salir, en el mercado invernal, ha sido el defensa internacional austríaco Martin Hinteregger, cedido al alemán Borussia Mönchengladbach.

García lamenta que la marcha de "jugadores del nivel de Martin afectan al nivel y a la calidad", pero confía en exprimir todo el potencial de una plantilla quizá un tanto verde.

El único fichaje exitoso ha sido el central brasileño de 20 años Bernardo, mientras que las negociaciones para traer al delantero israelí Munas Dabbur del Grasshopper suizo fracasaron por el coste de la operación.

Con un plantel tan joven, la aportación de otro español con pasado barcelonista, Jonathan Soriano, máximo cañonero esta temporada en Austria, con 14 tantos, será fundamental.

García, exjugador de equipos como Barcelona, Valencia y Espanyol, se muestra ilusionado con su vuelta a los banquillos tras su experiencia en Inglaterra e Israel, donde ganó la liga con el Maccabi de Tel-Aviv en la temporada 2012/13.

"Estoy muy contento de cómo me han acogido, de las ganas de ver al equipo. Todo está siendo positivo y la adaptación muy rápida", dice el técnico, nacido en 1973 en Sabadell.

García se hace cargo del equipo que ha ganado seis de los últimos diez campeonatos cuando es líder de la Liga, aunque considera que esa circunstancia no supone una presión añadida.

"Eso no me quita ni me mete presión porque la presión me la pongo yo mismo", asegura.

Su antecesor, el alemán Peter Zeidler, fue destituido en diciembre tras una mala racha de resultados, con solo seis meses en el cargo.

García destaca que la filosofía de juego ofensivo del club coincide con la suya, en la que el balón siempre es protagonista, y ha sido un aliciente para decidirse por el equipo austríaco.

Otras metas, como llegar a la fase de grupos de la Liga de Campeones, una de las grandes obsesiones de un club que nunca ha jugado en la máxima categoría continental, se antojan lejanas.

"Es pensar demasiado alto, ahora hay una estructura y una filosofía de jugadores muy, muy jóvenes para construir un equipo. No es una cuestión fácil", reconoce.

Como objetivo personal García se marca "ser mejor entrenador cada día" y cree que trabajar fuera de España tiene un valor añadido al acumular más experiencias.

"Creo que me hace mejor entrenador estar fuera que estar en España", destaca.

"Si alguna vez decido entrenar en España será cuando esté absolutamente convencido de que he estado fuera y he aprendido todo lo que tenía que aprender", cuenta García.

Como barcelonista, espera que los azulgranas ganen la Liga en España este año, aunque advierte que "tanto Atlético de Madrid como Real Madrid van a estar compitiendo hasta el final".

"El Real Madrid siempre ha sido un club con la filosofía de luchar hasta el final y el Atlético, con el entrenador que tiene, seguro que no va a permitir que nadie se relaje", concluye. Luis Lidón