Evangelos Marinakis ha dinamitado al Olympiakos. El presidente del club griego, decepcionado por la 'mala' temporada de los suyos (no ganará la Superliga Griega como en los últimos siete años), tomó una decisión tan sorprendente como polémica.
Sancionó a toda la plantilla con una multa de 400.000 euros, pero, no contento con eso, los mandó a todos 'de vacaciones', a falta de cuatro jornadas para el término del campeonato, pese a estar peleando con el PAOK por entrar en la próxima edición de la Champions.
Muchos de la actual plantilla rojiblanca no volverán de sus vacaciones. Al menos, no a El Pireo. Uno de ellos es su entrenador.
Óscar García Junyent ha tenido bastante, y ésta ha sido la gota que ha colmado el vaso para el técnico español. Llegó al club mediada la temporada, después de salir también por la puerta de atrás del Saint Etienne.
Su aventura griega ha durado apenas 13 encuentros, de los cuales ha ganado seis, ha perdido dos y empatado los cinco restantes. Uno de esos empates ha sido el que desató la tormenta, ante el Levadiakos.
El Olympiakos todavía no ha hecho oficial la dimisión de su entrenador a través de las redes sociales.