Otra decepción. Si el triunfo en Motril parecía colocar a los de Sergio Pellicer en su velocidad de crucero, dos reveses en apenas unos días devuelven al equipo a la zona más tibia de la tabla.
A pesar de que el Huétor Vega saca petróleo en su campo, como demostró ante El Palo recientemente, los cachorros blanquiazules estaban avisados y venían de una dolorosa derrota en casa, por lo que se esperaba algo más.
Sin embargo, a los seis minutos ya caían en el marcador. Con algo de infortunio, todo hay que decirlo. Porque un centro de Cristian que esperaba rematar a gol Dani Moreno lo desvió Juande, pero con la mala fortuna de batir a Gonzalo.
El choque se animó de ahí al descanso. Primero fue Mike, tras gran acción de Hugo, quien pudo haber igualado. Y luego se pidió penalti por un agarrón a Abqar cuando remató de cabeza, pero nada se señaló.
Los locales, por su parte, intentaron hacer bueno el rol de contragolpeador. Un par de ocasiones casi acaban en el 2-0.
Pero el filial del Málaga llegó vivo a la reanudación. Y no lo desaprovechó, ya que a los cinco minutos llegó la igualada merced al tanto de Rafa Camacho.
A partir de ahí pudo haber pasado de todo. Iván Jaime se estrelló con el poste; solo unos minutos después, ahí acabó también el lanzamiento de penalti a cargo del local Neskens.
Quien no perdonó fue Jordi Scigliotti a seis minutos para el final culminando un buen avance de Marcos. El Huétor Vega sigue aferrándose a la permanencia; la inestabilidad vuelve a ser el sello del equipo de Pellicer, en esta ocasión dirigido por Raúl Iznata.