Se había puesto muy complicado el panorama. Sin embargo, el choque de vuelta dio la vuelta a la tortilla y permitió al técnico egarense sumar otro día feliz en su aún corta andadura como entrenador en Asia.
Un mérito extra teniendo en cuenta que enfrente estaba el que actuará como anfitrión del próximo Mundial de Clubes.
Akram Afif puso las cosas de cara antes de la media hora. Sin embargo, muy poco duró la clasificación momentánea, ya que Hamed-Allah logró la igualada tan solo ocho minutos después.
Tras la reanudación, el equipo de Xavi necesitaba otra marcha más si quería al menos forzar la prórroga. Y ese escenario se dibujó a la hora de juego, cuando Hasan Al Heidos solucionó un balón dentro del área.
La locura se desató a siete minutos para el final. Baghdad Bounedjah se llevó una gran ovación tras convertir el tanto que confirmó la clasificación para semifinales y, de paso, seguir alimentando el sueño de Xavi de convertirse en campeón de Asia.