En los planes del Barça no estaba ni mucho menos el inicio de partido que vivió ante la UD Ibiza. El conjunto azulgrana encajó a los nueve minutos el 1-0, obra de Javi Pérez, en un tremendo despiste defensivo de Riqui Puig.
Y las cosas pudieron ser aún peores, porque en el 17' llegó el 2-0: Ángel Rodado superó a Lenglet y batió a Neto, que estuvo desacertado en su salida. Sin embargo, el Barça pudo respirar después de que el árbitro decidiera anular el tanto.
En la acción, el delantero derribó a Lenglet, que intentaba ceder de cabeza para el guardameta, tras empujarle con su brazo derecho. Una acción que el colegiado entendió como falta en ataque.
No llegó el 2-0, pero el susto sí que se le quedó en el cuerpo al Barça de Quique Setién, al que se le atragantó el inicio de partido en Can Misses.
January 22, 2020