Saltaban las alarmas en el entrenamiento de Boca Juniors cuando Schelotto expulsaba a Pablo Pérez de la sesión por una dura entrada sobre uno de los juveniles.
"Fue algo normal, patadas de estas, hay 10.000 por entrenamiento. En el mismo entrenamiento pegué 2-3 foules y pedi disculpas, despues si, ya estaba ahogado, cansado y pegué esa patada", explicó.
"Mañana cuando llegue hablaré con todos, no hay que hacer tanto drama. Me calenté, me fui a las duchas y ya en el coche me tranquilicé", aclaró Pérez.