Tras el polémico final en el que los jugadores de Olimpia se marcharon antes de tiempo, Pablo Pérez intentó calmar a la hinchada 'xeneize' y se llevó un fuerte botellazo por la espalda.
"El final no fue el adecuado. El árbitro se puede equivocar, pero de ahí a dejar la cancha... Yo me acerqué para que la gente de Boca se calmara. El hincha paga la entrada y quiere ver todo el partido", expresó Pérez tras el encuentro.
Los servicios médicos rápidamente atendieron al jugador de un golpe que, finalmente, no pasó a mayores. Sólo él fue la víctima de todo lo acontecido en Jujuy.