No hubo fútbol en el Estadio Cuauhtémoc. Ni goles ni ocasiones. No hubo prácticamente nada reseñable en un choque en el que ambos equipos se conformaron con un empate.
Si alguien apostó por llevarse mínimamente el partido fue Puebla. Pero tras encajar nueve goles en las dos primeras jornadas, el objetivo de los de Ricardo Valiño era dejar la portería a cero por encima de cualquiera otra cosa.
Y lo consiguió. Querétaro apenas creó peligro durante todo el partido, pero tampoco sufrió mucho atrás para mantener el empate y llevarse un punto a domicilio.
Un punto que no cambia en exceso la realidad de ambos equipos. Puebla es penúltimo con un punto, mientras que Querétaro baja hasta la antepenúltima posición con dos.