Parejo mete Europa en una lata de sardinas

Tres puntos, seis rivales, tres plazas europeas por asignar, nueve jornadas por delante. La última plaza de Champions se venderá bien cara, así como las dos de UEFA. Todo porque el Valencia dinamitó el Sánchez-Pizjuán y se llevó un triunfo de oro que hace el pronóstico cada vez más abierto. 

Ganaron los de Marcelino. Probablemente, por su inercia positiva de este final de temporada. Porque se limitó a vivir de la renta del 0-1. Ciertamente, tuvo un par de contragolpes peligrosos en la segunda mitad, especialmente uno con misil de Gameiro al larguero, pero el césped terminó siendo un tablero muy inclinado hacia Neto. 

Banega, que perpetró un encuentro horrible, culminado con un lío ante el árbitro tras el extraño final, regaló un penalti a sus ex. En una entrada antinatural, trabó a Gayá dentro del área. El jovencísimo Javi Díaz tenía la oportunidad de la gloria ante sí, pero Parejo es de esos que dan sentido a la expresión pena máxima. No falló, como casi nunca. 

Fue el primer zarpazo sicológico en el último minuto de una primera mitad equilibrada. No es que hubiera un segundo, es que en toda la segunda parte el Sevilla se fue erosionando como una rueda pinchada. A cada llegada fallida, una laceración más. 

Como el Valencia no acertaba a hacer el 0-2 con espacios por delante, todo quedaba abierto. La entrada de 'Mudo' Vázquez terminó de cambiar los biorritmos, pero no la puntería. El argentino, por dos veces, Jesús Navas, Ben Yedder... la tuvieron, pero no hubo manera. 

Cuando todo parecía perdido, un mundo de intensas emociones se abrió en el infinito tiempo de alargue. Gayá y Gonalons hicieron lucha grecorromana dentro del área. No lo vio así el colegiado, tampoco el VAR. 

Incomprensiblemente, pues el tiempo ya se había cumplido en esa acción polémica, se llegaron a disputar un par de minutos más. Y dio tiempo a que hubiera un córner y un tanto de Ben Yedder. Eso sí, el francés estaba en fuera de juego en el momento del remate, así que el estallido de euforia del sevillismo fue en vano. 

Getafe, Alavés y Sevilla, los tres aspirantes a la última plaza, perdieron. Así que el Valencia, al fin metido en zona europea, es quien llega luciendo músculos más fiables a la recta final por ir a la mejor competición de clubes del mundo.