La Federación de Mauritania protestó encarecidamente por los hechos que se vivieron durante la final de la Supercopa. El presidente del país, aburrido por el pobre espectáculo del encuentro, decidió acabar cuanto antes y ordenó la tanda de penaltis cuando, incluso, el reglamento estipulaba la posibilidad de una prórroga.
Un hecho insólito que ya han negado las autoridades, achacando el corte a los problemas de tiempo y protocolo.