No hay quien frene la caída de Chivas. El partido en casa ante Puebla parecía la oportunidad perfecta para reaccionar, pero entre el arbitraje y la falta de fútbol, Chivas fue condenado al farolillo rojo de la clasificación.
El gol anulado a Salcido y la expulsión de Jair Pereira terminaron de sacar de quicio al conjunto de Almeyda, que encajó el 0-1 a pocos minutos del descanso.
Zamora no desaprovechó su oportunidad y desniveló la contienda en favor de Puebla, que con este triunfo abandona el último puesto de la tabla.
Los de Almeyda intentaron reaccionar, pero ni tuvieron físico para soportar la desigualdad, ni tuvieron puntería para aprovechar las ocasiones que concedía la peor defensa del campeonato.
La derrota les llevó a ser colistas y consumar un inicio de temporada para olvidar después de haber celebrado el título hace unos meses.