Paulinho, siempre Paulinho. Es la cara del Guangzhou Evergrande y no se cansa de ser vital. En el duelo ante el Juangsu Suning en el que se jugaban el liderato, que podían perder si no ganaban, volvió a aparecer. Lo hizo con un tanto en el tramo final que acabó valiendo por los tres puntos y el primer puesto.
Fue la guinda de un partido muy trabajado. Comenzó bien para los locales. Elkeson les adelantó al poco de cumplirse el 20' desde los once metros. El error de cometer la pena máxima evidenció una fragilidad defensiva que fue corrigiéndose conforme avanzaba el cronómetro.
Y culminó con la diana del empate, obra de Eder a inicios de la segunda mitad. Sirvió como un toque de atención a los de Fabio Cannavaro. Se pusieron el mono de trabajo de nuevo y, con el de siempre haciendo lo de siempre -Paulinho-, acabaron triunfando.
Los tres puntos valieron para que el Guangzhou Evergrande defendiera bien su puesto de líder del Grupo 1 de la Superliga China. Con 15 puntos, supera por dos al Shandong Lunen. La idea será mantenerse en lo más alto hasta que finalice el curso.