Lo ha vuelto a hacer. Ha acudido al rescate de su equipo cuando este más lo necesitaba. Perdía el Guangzhou Evergrande 2-0 en casa del Dalian Pro, y su gol allanó el camino hasta el mal menor, un empate que parecía imposible.
Empezó mal el partido para el Dalian Pro, con la lesión de Yanfeng a los ocho minutos, pero pronto le dio la vuelta a la situación el equipo local. Yaopeng Wang, quien había entrado por el malogrado Yanfeng, a pase de Hamsik, y Sam Larsson, hermano de Daniel Larsson, un viejo conocido del fútbol español por su paso por Valladolid y Granada, pusieron el marcador 2-0 para los locales.
Y todo eso, en media hora de juego nada más. Así se mantuvo el marcador, hasta que Paulinho se echó, un día más, el equipo a la espalda, y en el 74' recortó distancias.
El gol dejó tocado al Dalian Pro, y solo cinco minutos después Fernandinho (no, no es ese Fernandinho, es otro), empató la contienda. Esta vez no hubo victoria del Guangzhou Evergrande, pero el empate no fue mal resultado, visto lo visto.
No es la primera vez que Paulinho hace una de estas. Hace solo cinco días, en la pasada jornada, un gol suyo en el último suspiro permitió al Guangzhou Evergrande sumar los tres puntos y aferrarse al liderato, liderato que mantiene a pesar del empate en casa del colista,e so sí.