Las amenazas al presidente y las quejas de Villas-Boas podían ser obstáculos en el cruce frente al humilde Granville. No fue así, al menos en lo que al resultado respecta. Aunque sudó de lo lindo, el OM tumbó a su adversario en la segunda mitad.
Posterior a los tantos de Álvaro y Radonjic, fue Payet el que dejó el broche de oro con un gran golpeo desde la frontal del área. Recogió la pelota y tardó unos segundos en armar el golpeo.
Seco y con intención. El esférico fue directo al poste derecho de la portería del Granville. Casi imparable el trallazo del mediapunta francés, que se reencontró con el gol, de nuevo en una competición copera.